Después de unos
cuantos meses sin actualizar el blog, volvemos con muchas ganas y para el nuevo
curso escolar empezamos con una receta muy fácil de realizar y con la que
podéis quedar fenomenalmente.
La carne del cordero
lechal, llamado también lechazo, es blanca y tierna ya que es un animal de unos
25 o 30 días de vida. Por eso este plato es tan delicioso y sólo necesita de un
buen producto, nada de especias que “escondan” su sabor.
El lechazo o lechal
puede pesar en canal 6 o 7 kilos, así que 2 cuartos pesarán sobre los 3 kilos y
medio. Tendremos por tanto, una pierna, un costillar y media cabeza o asadura
(las vísceras, corazón, hígado, etc.) eso a gusto del consumidor. Cuando
vayamos a comprar el cordero lechal le pedimos al carnicero que nos le
practique unos cortes para que su asado y degustación posterior sea más jugosa.
En este caso como
era para tres personas yo he optado por dos paletillas.
Ingredientes:
- 2 paletillas de cordero lechal
- 1 vaso de vino rosado
- 4 patatas
- 1 cebolla
- 3 tomates
- 4 dientes de ajo
- Sal
- Perejil
- Pimienta
- 1 ramita de romero
Preparación:
Precalentamos el
horno a unos 180º durante 15 minutos. Partimos las patatas y la cebolla en
rodajas anchas y las disponemos en la fuente de horno. Las salpimentamos y
espolvoreamos de pimentón, las rociamos de aceite de oliva y las metemos al
horno durante 10 minutos.
En un mortero
majamos los cuatros dientes de ajo con el perejil, la mezcla la ponemos en los
cortes que nos ha hecho el carnicero en las paletillas. Sacamos la fuente del
horno y disponemos las paletillas, las rociamos con un poco mas de aceite de
oliva y con el vaso de vino.
Metemos la fuente
en el horno durante media hora, volvemos a sacar, damos la vueltas a las
paletillas y metemos al horno durante media hora mas. Los últimos 5 minutos
ponemos el grill del horno para dorar la piel y hacer un poco de “costra”. Al
final la carne tiene que quedar tostada por fuera y muy jugosa por dentro con
salsa en el fondo de la cazuela o fuente.
Podemos acompañar
con un vino tinto Laus reserva 2.005 Bodegas
Laus D.O. Somontano
Bon Apetit!!!
TEMORES
Temía estar solo,
hasta que aprendí a quererme a mí mismo.
Temía fracasar,
hasta que me di cuenta que únicamente fracaso cuando
no lo intento.
Temía lo que la
gente opinara de mí, hasta que me di cuenta que de
todos modos opinan.
Temía me
rechazaran, hasta que entendí que debía tener fe en mi mismo.
Temía al dolor,
hasta que aprendí que éste es necesario para crecer.
Temía a la verdad,
hasta que descubrí la fealdad de las mentiras.
Temía a la muerte,
hasta que aprendí que no es el final, sino más bien
el comienzo.
Temía al odio,
hasta que me di cuenta que no es otra cosa más que ignorancia.
Temía al ridículo,
hasta que aprendí a reírme de mí mismo.
Temía hacerme
viejo, hasta que comprendí que ganaba sabiduría día a día.
Temía al pasado,
hasta que comprendí que es sólo mi proyección mental
y ya no puede
herirme más.
Temía a la
oscuridad, hasta que vi la belleza de la luz de una estrella.
Temía al cambio,
hasta que vi que aún la mariposa más hermosa
necesitaba pasar
por una metamorfosis antes de volar.
Hagamos que
nuestras vidas cada día tengan mas vida y si nos sentimos
desfallecer no
olvidemos que al final siempre hay algo más.
Hay que vivir
ligero porque el tiempo de morir está fijado.
Ernest Hemingway
Aquí os dejo a la maravillosa
Ella Fitzgerald,
“Summertime”
“Cry me a river”
The Shadow Of Your Smile
Ya decía yo que llegaba un aroma estupendo a casa de mis padres, espero que la próxima vez me invites a probarlo
ResponderEliminarJe suis très heureux parce que vous revenez à la cuisine, j'ai beaucoup d'être avec toi. Beaucoup de baisers de Paris
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