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domingo, 20 de diciembre de 2015

Kokotxas de merluza en salsa verde

Tengo kokotxas. Así, susurrándome al oído, me comunicaba mi abuela el menú del domingo cuando nos habíamos portado bien en casa. Un poco con la clandestinidad del traficante, un poco con la ilusión de un rey mago en vísperas. Ella sabía cuánto me gustaban.

Este sábado, Paco mi pescadero, me dio una estupenda sorpresa al decirme que me tenía guardado en la cámara un kilo de kokotxas de merluza, estaba claro que no iba a poderme esperar y hoy mismo me he dispuesto a cocinarlas.

Así que hoy domingo me he puesto el delantal para disfrutar de lo lindo ligando la salsa, e intentar emular y como mucho igualar las kokotxas de mi abuela Sole.

Ingredientes:
  • Un kilo de kokotxas de merluza
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Cinco dientes de ajo grandes
  • Dos guindilla seca
  • Sal

Indicaciones:
Esta receta es muy sencilla, solo hay que tener en cuenta algunos mandamientos para que tenga éxito.
La cazuela debe de ser baja y de un diámetro que permita que las kokotxas estén holgadas en ella. Es mejor cocinarlas en dos cazuelas que acumularlas todas en una sola.
Las kokotxas deben de estar bien escurridas, y si han sido congeladas, respetar escrupulosamente el proceso de descongelación, que se realizará lentamente y dentro del frigorífico.
Hay que cuidar que las kokotxas no se cocinen en exceso, pues de lo contrario se presentarán secas y no ligarán.
Preparación:
Pelamos los ajos y picamos finamente. Cortamos cuatro rodajas de guindilla y reservamos. En una cazuela baja ponemos a calentar un dedo de aceite, añadimos los ajos picados y las rodajas de guindilla y dejamos que se cocinen uno o dos minutos. El ajo debe de “bailar” en el aceite sin apenas freírse y conservando siempre su color blanco.
En ese punto retiramos la cazuela del fuego y vamos disponiendo las kokotxas en el aceite caliente con la piel hacia arriba. Cuando estén todas las kokotxas en la cazuela, las salamos, espolvoreamos con perejil picado, ponemos al fuego y cocinamos durante unos pocos minutos, moviendo la cazuela para que el calor llegue a todas las piezas. Este paso lo realizamos fuera del fuego para evitar que mientras vamos colocando todas las piezas las primeras se hagan en exceso y las últimas queden poco hechas. Las kokotxas solo deben de cambiar de color con una leve cocción.
Retiramos la cazuela y dejamos que vaya perdiendo temperatura durante unos diez o quince minutos. Este es el secreto para que la salsa ligue bien aprovechando la gelatina de las kokotxas. Es por ello que este plato bien realizado no necesita ayuda de harina ni ningún espesante (un autentico pecado).

Pasado ese tiempo, hay que ligar la salsa. Para ello dispondremos de una encimera libre sobre la que emplazaremos la cazuela, nos colocamos frente a ella con las piernas abiertas, y tomando la cazuela con ambas manos, empezamos a moverla haciendo círculos hasta que veamos como la salsa comienza a espesar. Los movimientos deben de ser constantes. La salsa estará ligada cuando presente un aspecto de pomada ligera, un color entre verde claro y amarillo, y la transparencia del aceite haya dejado paso a la opacidad de la gelatina del pescado.

Una vez bien ligada, se le da un golpe de temperatura al fuego, tan solo unos momentos sin dejar de mover y servimos de inmediato.
Tradicionalmente las kokotxas de merluza en salsa verde se cocinan en cazuela de barro y se sirven en cazuelitas individuales o emplatadas. Pero no es imprescindible, ya que se cocinan muy bien en una cazuela metálica.
 
Un vino blanco será un buen acompañamiento para este delicioso bocado, mojar la salsa en pan no solo está permitido, es casi obligatorio.
 








 
Día nuestro - Demira Agustini
La tienda de la noche se ha rasgado hacia Oriente.- 
Tu espíritu amanece maravillosamente; 
su luz penetra en mi alma como el sol a un vergel... 
Pleno sol. Llueve fuego. -Tu amor tienta, es la gruta 
afelpada de musgo, el arroyo, la fruta, 
la deleitosa fruta madura a toda miel. 

El Ángelus. -Tus manos son dos alas tranquilas, 
mi espíritu se dobla como un gajo de lilas, 
y mi cuerpo te envuelve... tan sutil como un velo. 

 
El triunfo de la noche. -De tus manos, más bellas, 
fluyen todas las sombras y todas las estrellas, 
y mi cuerpo se vuelve profundo como un cielo! 
 
 
Band Aid 1984 -  Do they Know it's Christmas
https://youtu.be/bjQzJAKxTrE




 
 

domingo, 6 de diciembre de 2015

Huevos al plato

Unos huevos al plato puede ser la solución para uno de esos días que no sabemos que preparar y solo hay que mirar en la despensa y utilizar los ingredientes de los que disponemos.
Normalmente los huevos al plato los suelo hacer en cazuelas de barro individuales y los meto en el horno. Hoy no tenia muchas ganas de manchar el horno y los he hecho en una sartén anti-aderente y han quedado perfectos.

 Ingredientes:
  • 4 huevos
  • 1 pimiento verde
  • 1 cebolleta 
  • varias lonchas de jamón serrano
  • 1 lata de pimiento rojo 
  • 1 lata guisantes finos 
  • perejil picado
  • aceite de oliva
  • tomate frito 
Preparación:

Cortamos en juliana la cebolleta (también podemos usar cebolla o puerro) y trozos pequeños el pimiento verde. En una sartén ponemos 4 cucharadas de aceite de oliva, calentamos y añadimos la cebolleta y el pimiento verde, sofreímos a fuego lento. Cuando la cebolleta este transparente añadimos el pimiento rojo y el tomate frito removemos y dejamos que se haga un poco, después añadimos los guisantes y los mezclamos todo.
Subir el fuego. Cascamos los huevos uno a uno y los ponemos encima de la mezcla vamos poniendo uno a uno, dejando espacio entre ellos suficiente como para que no se junten, añadimos el jamón y espolvoreamos en el perejil. Tapamos y a los dos minutos mirar. Justo en el momento en que la clara que cubre la yema esté blanca estarán hechos ( se puede mojar pan en ellos) pero como en el punto de cocción de huevos hay muchas doctrinas, cada uno que los deje a su gusto. 
Con un ALTOS DE TORONA 2014 Blanco maridan a la perfección.









Alma desnuda - Alfonsina Storni 

Soy un alma desnuda en estos versos, 
Alma desnuda que angustiada y sola 
Va dejando sus pétalos dispersos. 

Alma que puede ser una amapola, 
Que puede ser un lirio, una violeta, 
Un peñasco, una selva y una ola. 

Alma que como el viento vaga inquieta 
Y ruge cuando está sobre los mares, 
Y duerme dulcemente en una grieta. 

Alma que adora sobre sus altares, 
Dioses que no se bajan a cegarla; 
Alma que no conoce valladares. 

Alma que fuera fácil dominarla 
Con sólo un corazón que se partiera 
Para en su sangre cálida regarla. 

Alma que cuando está en la primavera 
Dice al invierno que demora: vuelve, 
Caiga tu nieve sobre la pradera. 

Alma que cuando nieva se disuelve 
En tristezas, clamando por las rosas 
con que la primavera nos envuelve. 

Alma que a ratos suelta mariposas 
A campo abierto, sin fijar distancia, 
Y les dice: libad sobre las cosas. 

Alma que ha de morir de una fragancia 
De un suspiro, de un verso en que se ruega, 
Sin perder, a poderlo, su elegancia. 

Alma que nada sabe y todo niega 
Y negando lo bueno el bien propicia 
Porque es negando como más se entrega. 

Alma que suele haber como delicia 
Palpar las almas, despreciar la huella, 
Y sentir en la mano una caricia. 

Alma que siempre disconforme de ella, 
Como los vientos vaga, corre y gira; 
Alma que sangra y sin cesar delira 
Por ser el buque en marcha de la estrella

Kris Fogelmark - Love Was My Alibi
https://youtu.be/29JCoRP5qEY

domingo, 18 de octubre de 2015

Flores de manzana y hojaldre

Los que me seguís ya sabéis que no me prodigo mucho con los postres. Esta es una receta para súper principiantes y está sacada de un vídeo de internet. Su proceso de elaboración se ha visto más de 160 millones de veces en Facebook y suma más de 1,5 millones de "me gusta", además de haberse compartido 4,2 millones de veces. Quizás no todas esas personas se han decidido a hacer este dulce, por fácil que sea, pero el vídeo, como muchos de su género, tiene su punto hipnótico. Tal y como dicen en la publicación, son "casi demasiado bonitas para comérselas. CASI".

 Ingredientes:
  • 1 manzana
  • 1 lámina de hojaldre
  • Canela
  • Mermelada de fresa o la que tengas en casa
  • Agua 
  • Azúcar glas 
  • Mantequilla
  • 1/2 limón 
Preparación:

Cortamos media manzana en rodajas. Ponemos las rodajas en un bol con agua y el zumo de medio limón. Esto ayuda a ablandar la manzana y que sea más fácil de doblar.Dejamos el bol tres minutos en el microondas. 

En otro bol ponemos tres cucharas soperas de mermelada de fresa y tres de agua. Removemos.Extendemos una hoja de pasta de hojaldre y la cortamos en seis tiras. En cada tira ponemos mermelada y colocamos las rodajas de manzana en una de las mitades longitudinales. Espolvoreamos con canela. 

Doblamos el hojaldre sobre la manzana y después enrollamos.
Colocamos en el molde y horneamos a unos 190 grados durante 35-45 minutos. Sacamos del horno y espolvoreamos con azúcar glas y a comer y disfrutarlo.

Con un Moscato D'Asti blanco de Gancia hace un maridado perfecto.








Octavio Paz - Otoño

En llamas, en otoños incendiados,
arde a veces mi corazón,
puro y solo. El viento lo despierta,
toca su centro y lo suspende
en luz que sonríe para nadie:
¡cuánta belleza suelta!

Busco unas manos,
una presencia, un cuerpo,
lo que rompe los muros
y hace nacer las formas embriagadas,
un roce, un son, un giro, un ala apenas;
busco dentro mí,
huesos, violines intocados,
vértebras delicadas y sombrías,
labios que sueñan labios,
manos que sueñan pájaros...

Y algo que no se sabe y dice «nunca»
cae del cielo,
de ti, mi Dios y mi adversario

Antonio Vega - Pasa el otoño










domingo, 20 de septiembre de 2015

Patatas a la importancia

Las patatas a la importancia es un plato oriundo de la provincia de Palencia, pero que es muy popular en el resto de la cocina española. Es un plato que evoca a antiguas recetas y que aparece a menudo en los menús de los restaurantes españoles. Es un plato popular y económico. Se sirve caliente, recién elaborado.

Ingredientes:

(para 4 personas):
  • 1 Kg. de patatas nuevas y prietas
  • 2 huevos
  • 2 hojas de laurel
  • 1 cebolla
  • 2 dientes de ajo
  • Azafrán
  • 1 vaso de vino blanco
  • Harina
  • Sal y pimienta
  • Aceite de oliva
  • Perejil
  • Caldo de verdura
Preparación

Cortamos las patatas en rodajas como de un dedo de grosor, las lavamos y las pasamos por harina y después por huevo batido. Las freímos en aceite de oliva hasta que doren un poquito. No hace falta que frían del todo porque luego vamos a cocinarlas, sólo que el huevo forme una capa de rebozado por fuera.

Mientras tanto en una cazuela rehogamos en aceite la cebolla picada con una hoja de laurel. Cuando esté la cebolla transparente ponemos las patatas. Añadimos un majado preparado con los ajos, el perejil y las hebras de azafrán, mezclamos con cuidado y añadimos caldo (puede ser de pastilla) o sal y agua que cubra las patatas si lo pref¡eres.

Dejamos unos 10 min que cueza todo junto moviendo la cazuela en vaivén para que engorde la salsa. No uses la espumadera para remover porque las patatas pueden romperse y deben quedar enteras.

En muchas recetas se añade una cucharadita de harina al sofrito de cebolla y después se pone el majado y el caldo para que espese. En ese caldo se cuecen después las patatas. Yo prefiero eliminar esa harina porque ya la patata engorda suficientemente la salsa y queda un guiso más fino.
Estas patatas a la importancia así guisadas se pueden servir solas o como guarnición de huevos fritos, carnes a la parrilla, salchichas…


Si no tienes azafrán no uses colorante alimentario, simplemente añade un poco de pimentón dulce.















San Juan de la Cruz - Llama de amor viva

¡Oh llama de amor viva,
que tiernamente hieres
de mi alma en el más profundo centro!
Pues ya no eres esquiva,
acaba ya, si quieres;
¡rompe la tela de este dulce encuentro!

¡Oh cauterio suave!
¡Oh regalada llaga!
¡Oh mano blanda! ¡Oh toque delicado,
que a vida eterna sabe,
y toda deuda paga!
Matando. muerte en vida la has trocado.

3. ¡Oh lámparas de fuego,
en cuyos resplandores
las profundas cavernas del sentido,
que estaba oscuro y ciego,
con extraños primores
calor y luz dan junto a su Querido!

¡Cuán manso y amoroso
recuerdas en mi seno,
donde secretamente solo moras
y en tu aspirar sabroso,
de bien y gloria lleno,

cuán delicadamente me enamoras!

Queen Latifah - I Know Where I've Been

https://youtu.be/qLwSg2b6NQk




domingo, 22 de marzo de 2015

Merluza al horno con verduras sobre cama de pan y salsa de puerro

Son varias las razones por las que muchos consumidores optan por adquirir pescado congelado, desde la mayor duración y la disposición en cualquier momento de pescado para improvisar una comida, hasta el precio más económico o la garantía de su correcto valor nutricional.

En este caso para esta receta he optado por filetes de merluza congelados, que he descongelado con cerveza que después reutilizare para hacer la salsa de puerros.

Ingredientes:

(para 4 personas):
  • 4 filetes de merluza
  • 3 dientes de ajo
  • 1 calabacín
  • 2 tomates
  • 1 puerro
  • 1 mandarina
  • 1 cerveza
  • Harina
  • Sal y pimienta
  • Aceite de oliva
  • Perejil
  • 2 rebanas de pan
  • Caldo de verdura
 
Preparación
 

Sacamos los filetes de merluza el día anterior y los ponemos en una fuente y los cubrimos con una cerveza y reservamos hasta que los vayamos a utilizar.
 
Pelamos tres dientes de ajo y machamos en el mortero, le añadimos aceite y mezclamos hasta dejar preparado un buen majado. Cortamos el calabacín, los tomates y la mandarina en rodajas.
 
En una fuente de horno disponemos las rodajas alternas de la verdura y rociamos con el majado que hemos preparado. Metemos en el horno a 150º durante 25 minutos.
 
Sal pimentamos la merluza, la espolvoreamos con un poco de perejil y la rebozamos en harina. Ponemos una sartén con aceite de oliva y doramos la merluza por ambos lados. Reservamos en un plato con papel de cocina para absorber el aceite.
 
En un sartén tostamos el pan y reservamos. En esta misma sartén añadimos un poco de aceite de oliva, lo que nos haya sobrado del majado y rehogamos el puerro. Añadimos tres cucharadas de harina y rehogamos para que harina no quede cruda, vertemos la cerveza que hemos utilizado para descongelar el pescado y un poco de caldo de verdura y dejamos que cueza durante 15 minutos. Removemos con una cuchara de madera para que la salsa vaya ligando y retiramos. Lo pasamos por la batidora para dejar una salsa homogénea.
 
En una fuente de horno, ponemos la verdura que hemos asado, el pan que hemos tostado y los filetes de merluza encima y echamos salsa por encima. Calentemos durante 15 minutos y servimos. La salsa que nos ha sobrado la disponemos en una salsera.
 















Come hemos cambiado - Presuntos implicados

Ah! Cómo hemos cambiado
qué lejos ha quedado
aquella amistad.

Así como el viento lo abandona todo al paso,
así con el tiempo todo es abandonado;
cada beso que se dá, alguien lo abandonará.

Así con los años unidos a la distancia,
fue así como tú y yo perdimos la confianza;
cada paso que se dio, algo más nos alejó.

Lo mejor que conocimos,
separó nuestros destinos
que hoy nos vuelven a reunir;
tal vez si tú y yo queremos
volveremos a sentir aquella vieja entrega. Ah! Cómo hemos cambiado
que lejos ha quedado aquella amistad.
Ah! ¿qué nos ha pasado?
cómo hemos olvidado aquella amistad.

Y así como siento ahora el hueco que has dejado
quizás llegada la hora vuelva a sentirte a mi lado
tantos sueños por cumplir, alguno se ha de vivir.

Lo mejor que conocimos,
Separó nuestros destinos
Que hoy nos vuelven a reunir;
Tal vez si tú y yo queremos
Volveremos a sentir aquella vieja entrega.

Ah! Cómo hemos cambiado
Que lejos ha quedado aquella amistad.
Ah! ¿qué nos ha pasado?
Cómo hemos olvidado aquella amistad


Como hemos cambiado - Presuntos implicados

https://youtu.be/6AGnxXFpyMQ