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domingo, 18 de octubre de 2015

Flores de manzana y hojaldre

Los que me seguís ya sabéis que no me prodigo mucho con los postres. Esta es una receta para súper principiantes y está sacada de un vídeo de internet. Su proceso de elaboración se ha visto más de 160 millones de veces en Facebook y suma más de 1,5 millones de "me gusta", además de haberse compartido 4,2 millones de veces. Quizás no todas esas personas se han decidido a hacer este dulce, por fácil que sea, pero el vídeo, como muchos de su género, tiene su punto hipnótico. Tal y como dicen en la publicación, son "casi demasiado bonitas para comérselas. CASI".

 Ingredientes:
  • 1 manzana
  • 1 lámina de hojaldre
  • Canela
  • Mermelada de fresa o la que tengas en casa
  • Agua 
  • Azúcar glas 
  • Mantequilla
  • 1/2 limón 
Preparación:

Cortamos media manzana en rodajas. Ponemos las rodajas en un bol con agua y el zumo de medio limón. Esto ayuda a ablandar la manzana y que sea más fácil de doblar.Dejamos el bol tres minutos en el microondas. 

En otro bol ponemos tres cucharas soperas de mermelada de fresa y tres de agua. Removemos.Extendemos una hoja de pasta de hojaldre y la cortamos en seis tiras. En cada tira ponemos mermelada y colocamos las rodajas de manzana en una de las mitades longitudinales. Espolvoreamos con canela. 

Doblamos el hojaldre sobre la manzana y después enrollamos.
Colocamos en el molde y horneamos a unos 190 grados durante 35-45 minutos. Sacamos del horno y espolvoreamos con azúcar glas y a comer y disfrutarlo.

Con un Moscato D'Asti blanco de Gancia hace un maridado perfecto.








Octavio Paz - Otoño

En llamas, en otoños incendiados,
arde a veces mi corazón,
puro y solo. El viento lo despierta,
toca su centro y lo suspende
en luz que sonríe para nadie:
¡cuánta belleza suelta!

Busco unas manos,
una presencia, un cuerpo,
lo que rompe los muros
y hace nacer las formas embriagadas,
un roce, un son, un giro, un ala apenas;
busco dentro mí,
huesos, violines intocados,
vértebras delicadas y sombrías,
labios que sueñan labios,
manos que sueñan pájaros...

Y algo que no se sabe y dice «nunca»
cae del cielo,
de ti, mi Dios y mi adversario

Antonio Vega - Pasa el otoño